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Me he encontrado tantos fichero.txt.txt…

De todos es sabido que la funcionalidad de ocultar las extensiones de ficheros asociados es una de las características más criticadas de Windows XP. De hecho es una de las primeras opciones que solemos deshabilitar recién instalado el sistema. Incluso hay versiones modificadas de Windows circulando por la red que hacen esto automáticamente.

Poniéndonos algo más melodramáticos, esta funcion incluso ha tratado de ocultar un concepto básico imprescindible para la informática “doméstica” por considerarlo problemático. Esto ha causado gran confusión, porque no se ataja el problema de si el usuario sabe “algo” de eso de las extensiones y decide nombrar un fichero con su propia extensión. Por ejemplo, si renombramos un fichero como “fichero.txt”, con esta opción habilitada es muy fácil que el fichero se llame, en realidad, “fichero.txt.txt”.

Esta mañana durante el café con un compañero del curro (profesor de Ingeniería Informática), nos pusimos a disertar sobre cómo cambia el alumnado y la propia Informática (algo típico) y me soltó: “Mira, ¿sabes cuántas veces me llevo encontrado ficheros .txt.txt en las prácticas de los alumnos?”

Grande fuckowski

Aquí dejo un fragmento nuevo del escritor de los Ingenieros Informáticos, Alberto de Hoces, Fuckowski. Grande como siempre.
La cancamusa, eso que usted y yo no entendemos…

http://www.alfredodehoces.com/press/mobuzz-dans-y-la-economia-de-la-cancamusa

Tutorial de Economía

Dejo aquí una buena descripción de cuestiones básicas de la Economía en tiempos de crisis. Como está a mi nivel…..

Autor: Juan Torres López es Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Málaga y editor de Altereconomía: otra forma de ver la economía.
Fuente: www.elplural.com

Desde hace unos años, las autoridades económicas han establecido que el principal problema que hay que combatir es el de la subida de precios (la inflación). Sin duda, se trata de un asunto grave, pero detrás de eso, y sobre todo detrás de la política que proponen para evitarla, hay truco. En este artículo trato de descubrirlo de la manera más sencilla posible.

La evolución de los precios es algo muy importante en las economías de mercado en las que vivimos. Como en ellas la producción se programa y el consumo se decide solo teniendo como referencia las indicaciones que dan los precios, si estos tienen una dinámica perturbada, perturban a su vez la marcha de toda la economía.

Poder adquisitivo
Además, como las rentas de todos los sujetos económicos se referencian en unidades monetarias, cuando se producen alzas muy exageradas en los precios se resienten también esas rentas, perdiendo valor real y poder adquisitivo.

Las tensiones, un peligro
Es por todo ello que siempre es muy importante que la economía se gobierne sin provocar tensiones sobre los precios que pongan en peligro al conjunto de la economía o que perjudiquen a los grupos sociales más dependientes de sus rentas monetarias.

Causas y consecuencias
Ahora bien, dicho esto, es muy importante ser conscientes de que la inflación se desencadena por circunstancias que pueden ser muy diversas y, sobre todo, que no todos los remedios contra la inflación, es decir, todas las llamadas políticas antiinflacionarias, tienen la misma eficacia, el mismo coste social y el mismo efecto sobre los diferentes grupos sociales.

Lo que dicen los neoliberales
Los economistas y políticos ortodoxos y neoliberales culpan a la subida de precios de dos factores generalmente: de la excesiva circulación de dinero y de la presión que las demandas salariales realizan sobre los costes de las empresas, de modo que éstas se ven obligadas a subir los precios.

Subir tipos de interés
Y para hacer frente a esas dos causas de la inflación proponen dos tipos de medidas. Por un lado, subir los tipos de interés, es decir, el precio del dinero. Si este se encarece, habrá menos demanda de medios de pago y, además, los que tengan dinero estarán más interesados en ahorrarlo (puesto que el ahorro será mejor retribuido al subir los tipos de interés) y, por tanto, consumirán menos. El efecto de todo ello será una disminución del dinero en circulación que, según la hipótesis de partida, contribuirá a que bajen los precios.

Y bajar los sueldos
Además, si se controlan los salarios, las empresas no tendrán la presión sobre los costes y no se verán obligadas a trasladar esa subida de salarios a los precios.

¿Lógica aplastante?
Parece que estas medidas son de una lógica aplastante, pero detrás de ellas hay elementos que conviene tener en cuenta para entender su verdadera naturaleza.

Empecemos por sus consecuencias inmediatas.

¿Quién gana con esto?
Casualmente, benefician directamente a los propietarios de capital. Cuando se elevan los tipos de interés, los poseedores de dinero (y sobre todo los bancos) reciben más renta y cuando se controlan los salarios es el excedente empresarial el que aumenta.

Las cosas, claras
Aplicando esta política, por tanto, lo que se hace es aumentar directamente las ganancias de los más poderosos y privilegiados.

¿Baja entonces la inflación?
Por supuesto, en todo caso hay que preguntarse si, a pesar de este efecto tan asimétrico, tienen al fin y al cabo un efecto a la hora de controlar la inflación.

Sí, pero…
La respuesta es relativamente fácil: efectivamente, permiten controlar la inflación, pero a costa de reducir la marcha de la economía, es decir, de disminuir la actividad económica.

Reducción de producción
Es fácil de entender: cuando los tipos de interés se elevan, se encarece el acceso al crédito. Los bancos y los ahorradores ganarán más, pero los empresarios que necesitan dinero ajeno para financiar sus empresas, para mantener el empleo y la inversión, tendrán que soportar costes financieros más elevados y eso les lleva a disminuir su actividad.

Bajada del consumo
Además, los consumidores que ven cómo sus rentas salariales pierden poder adquisitivo y que se encarecen los posibles créditos al consumo que pudieran tener a su disposición, reducen sus compras de bienes y servicios.

Menos empleo, menos inversión
Es posible que entonces, cuando disminuyan las ventas, los precios bajen o, al menos, que se frene su subida, pero habrá sido a costa de una menor actividad, de menor empleo, de menor inversión…

“Matan” la economía
En conclusión, estas políticas recuerdan el chiste de aquel cirujano al que le preguntaron sobre la operación que acababa de realizar: “Magnífico -dijo-. Ha sido una operación perfecta. Lástima que el enfermo haya muerto”. Las políticas liberales contra la inflación hacen lo mismo: controlan los precios matando a la economía.

Beneficiarios de esto
Y aquí viene otra paradoja. Resulta que a los grandes capitales, a los poderosos que se benefician de todas estas políticas, no le viene nada mal que muera el enfermo, es decir, que haya menos actividad económica y, sobre todo, que se pierda empleo.

Más paro, menos protestas
Cuando más paro hay, es más fácil que las empresas venzan a los trabajadores a la hora de negociar las condiciones laborales y salariales y, en suma, que puedan aumentar los beneficios a su costa.

Ahora ya se entiende…
¿Se comprende ahora por qué los políticos y gobiernos neoliberales han convertido a la lucha contra la inflación en el eje de todas las políticas económicas?

Tenía que ponerlo

Mucho tiempo llevo sin escribir en el blog. Y voy a seguir así. Pero no quiero dejar pasar esto que me he encontrado en el youtube. Me trae muchos recuerdos porque trata sobre un videojuego que tuve en la infancia y lo describen tal y como yo lo percibía: una basura muy complidaca por cierto.

Y este otro también lo tuve y el mismo hace otro review!! increíble

Las plañideras

Me hago eco de una reflexión hecha en NetoRatón, sobre los grupos de gente (en su mayoría ancianos), que van a insultar a miembros socialistas en las concentraciones. No os perdáis dicha reflexión, es genial. dice así:

No hace tanto tiempo en la España rural existía un curioso oficio, el de plañidera.

Verán, cuando una persona moría, la relevancia social de la misma se medía entre otras cosas por el entierro y la cantidad de gente que llorase al muerto. Ahí entraban en juego las plañideras, señoras que eran contratadas para acudir de entierro en entierro llorando por el finado.

Creía que ya no hay plañideras en España, ni siquiera en la más rural, pero veo que no es así. La AVT ha reinventado la figura adaptándola a su idiosincrásica, inventando una nueva figura, la plañidera faltona.

Son un grupo de entre 50 y 300 personas, trufado de lo más granado de la ultraderecha española, conspiranóicos y jubiláutas con mucho tiempo libre, que van de entierro en entierro, y de un acto público en contra del terrorismo en otro y se dedican, no a llorar por el asesinado y presentar sus respetos a la familia, sino que aprovechando que en estos actos hay prensa, insultan al gobierno, dan vivas a España y al presidente de la AVT. Importándoles un carajo el luto y el dolor de los familiares.

Ayer lo hicieron en el entierro y hoy lo han vuelto a hacer en la concentración se ha convocado en los ayuntamientos de Madrid, insultando a Pedro Zerolo y persiguéndole hasta su coche.

Azuzados por la COPE, la radio de los odios, al final vamos a tenr un disgusto, y los responsables intelectuales estarán detrás de un micrófono.

Plañideras