Ayer ha sido un día histórico por una excursión por fuera del protocolo que se produjo en la cumbre hiberoamericana. El Rey Juan Carlos le sugería a Hugo Chávez que se callase con una vehemencia sin precedentes – ¿Por qué no te callas? – espetó el monarca, ante la insistencia del mandatario venzolano en interrumpir la réplica que le hacía Zapatero a su intervención anterior donde acusaba a Aznar de fascista.
Está claro que últimamente la Corona está teniendo un ajetreo interesante: Recibe ataques contínuos desde todas partes: independentistas catalanes, nacionalistas vascos, nacionalistas españoles. Sin embargo, lejos de desaparecer, no se amilana: se secuestran revistas, se deja ver por dónde hacía más de 30 años que no pasaba y deja el protocolo de lado. Sí, sí, se habla de la Corona más que nunca (y no de sus bodas y bautizos). Eso es bueno.
Yo lo que voy hacer aquí es comentar las posición política que se está tomando por parte de la derecha que se resume en: “El Rey ha sacado las castañas del fuego a un débil Zapatero al que se le suben a la chepa sus amigos”.
Pero no se equivoquen. Zapatero no le ha quitado la razón en el fondo a Hugo Chávez (que denunciaba el apoyo por parte de miembros del Gobierno de Aznar al golpe de estado que sufrío), simplemente le recordó que, en ese foro, había que tratarse con respeto para que hubiese entendimiento. Zapatero se limitó a recordar lo básico en política: las formas. El fondo es otra cuestión, si no pregúntenselo a Gaspar Llamazares (que ha dicho que negar lo que dijo Chávez sólo por las formas en que lo denunció, es, cuanto menos, de hipócritas), con el que estoy deacuerdo. En mi opinión cada día es más valioso recordar esto, ya casi no quedan políticos con la talla suficiente para no perder las formas nunca y llevar el talante (sí sí orgulloso estoy de su talante) hasta el final. Para algunos, el Rey habló como había que hablarle a Chávez. Yo estoy en total desacuerdo, porque si la repuesta a alguien que no entiende de formas, como es Hugo Chávez, se le responde perdiendo las formas, apaga y vámonos. El efecto no es siquiera el deseado, no se le hace callar (como efectivamente ya ha dicho el propio dirigente venezolano), si no que te anotan un tanto en tu contra. Así que de que el Rey le quita las castañas del fuego nada de nada.
Por otro lado, lo de los amigos de Zapatero es otra patraña. Porque Hugo Chávez se suba al monte como tantas otras veces o tantos otros dirigentes (tanto españoles como extranjeros), no vamos a querer a Bush, no vamos a querer otra foto de las Azores, no vamos querer los otros amigos que tuvo España en el pasado. Porque eso sí, prefiero a alguien sin formas, que a alguien con “formas” pero con un fondo y unos intereses que ponen en peligro la estabilidad mundial.
PD: Por cierto. Estoy esperando que el Rey se pronuncie de algún modo para decir que su frase también estuvo fuera de las formas mínimas exigibles, que si bien está de acuerdo con lo que dijo, la tensión le impidió mantener las formas. Sinceramente, lo espero.